"Nací para robar rosas de la avenida de la muerte". Charles Bukowski.

sábado, 8 de agosto de 2020

Circunspecto blues


Ya no parece que se folle por estas calles,

o al menos eso deduzco

entre el reflejo de luces halógenas

que ha terminado violando la oscuridad

de los recónditos recovecos

donde yo,

con torpeza y ansiedad,

aprendía a amar.

Todo éste mobiliario urbano de diseño

como navaja al cuello de nuestra inocencia.

Todo está lleno de Mercadonas.

Todas estas formas y volúmenes

cuya única finalidad

parece ser confundirme.

Ya no parece que la gente se drogue por estas calles,

ya nadie invita,

todos imitan.

Ahora parece

que salir solo de casa

sea una aventura prescindible,

como si estuviéramos sobrados

de locuras y anhelos,

de pasión y consuelos.

Y lo que más me desconcierta,

es que siempre vuelvo a ti

circunspecto y agrio

como el trabajador de una noche de fin de año.

miércoles, 3 de junio de 2020

Catarsis


 

Que no me pueda, por favor,
este desfile incansable de días aciagos.
Que no me puedan,
los restos y los muertos.
Que no me pueda,
esta llamada con sus ecos,
que no me pueda.
Que no me quiera más,
el cielo nublado de cada instante,
ni sus rayos, ni sus truenos
que no me quiera más.
Que no me pueda la droga.
Que no me puedan los rasguños
que rasgan,
a velocidad  desesperada y rápida,
este cordón umbilical,
que me une a todo y a lo obvio  a la vez.
Que alguien me perdone,
pues yo no voy a ser capaz de hacerlo nunca.
Que no me pueda,
la voz incesante,
el quiebro en cada acto,
la carne, la carne.
Que no me pueda nada.

martes, 26 de mayo de 2020

Abstinencia

La vida,
sin alcohol y sin drogas,
aparte de una broma de mal gusto,
es como ver la televisión
con el volumen bajo.
Ni ves venir los golpes,
y apenas percibes
la claridad
y el aleteo de los pájaros.
Estás leyendo
el diario de la semana pasada.
El cansancio pesa
y la piel,
blanquecina,
añora y añora.
Las venas
violentamente moradas,
se marcan
y buscan cementerio
donde dormir.
Y tú,
estúpido,
que intentas cambiar
de canal,
pero nunca
encuentras el mando.