A una velocidad que da miedo nombrar,
podría decirte,
que ahora sonrío de forma abusiva.
Con carcajada de mañana de marzo,
y brillo en los ojos,
como si con un simple gesto
pudiera conseguirlo todo.
Que soy un nuevo Sísifo,
solo que ahora planté el campamento base
alrededor de tu ombligo,
y mi trayecto eterno va de él,
hacia la eternidad que cobijan tus ingles.
Y no puedo olvidar,
que vendrán muchas tormentas,
que puede que sean auspiciadas,
o simplemente lleguen sin más
por la inercia de esta broma macabra
que algunos llamamos vida.
Pero ahora,
a una velocidad que da miedo nombrar,
puedo decirte que están tan lejos,
que no pienso preocuparme por ello.
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