Lo que me mueve,
lo que me impulsa,
lo que me alimenta.
Es tu sonrisa,
que me deslumbra.
Que me abduce.
Y aunque haya dejado de llover,
la humedad,
sigue aquí.
Haciéndome sentir lejos aún de ti.
Yo que siempre odié las fronteras,
me veo frenado por la lógica
de mi miedo.
Aunque, aquí,
escuchando Nantes, de Beirut,
me puedo sentir tan dentro de ti,
como si todo fuera posible.
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